Cuando una tripulación vio extraños signos de vida en una isla desierta

Volando sobre las Bahamas, la tripulación de la Guardia Costera de Estados Unidos contempla el océano azul brillante. Muy por debajo de ellos, hay atolones aislados, pequeños pedazos de paraíso ideales para alejarse de todo. Sin embargo, nadie viaja allí. Estos arrecifes no albergan vida humana ... o eso cree la gente. Luego ven algo totalmente inesperado en una de las costas desiertas.

Es el comienzo de una aventura que los miembros de la Guardia Costera nunca olvidarán. A medida que se acercan, ven signos de actividad inusual en una isla remota que a unos 72 kilómetros de la costa cubana. Conocido como Anguilla Cay, este lugar nunca ha sido hogar de pueblos o comunidades. En cambio, es solo un tramo vacío de arena y césped. Entonces, ¿qué les ha pillado por sorpresa a la tripulación?

Si dejamos que nuestra imaginación vuele, hay muchas cosas que la Guardia Costera podría haber notado en esa isla vacía. ¿Quizás detectaron una misteriosa "X" que marcaba el lugar de algún tesoro olvidado perdido hace mucho tiempo? ¿O tal vez vieron alguna prueba de que, contra todo pronóstico, algunas personas habían establecido su hogar en este lugar lejano?

Cualquiera de estos descubrimientos hubiera sido extraordinario para esta tripulación de la Guardia Costera. Operando desde Opa-locka, justo al norte de Miami, el equipo se centra en misiones de rescate en las aguas entre Florida y Cuba. Ese día, sin embargo, les esperaba algo totalmente inesperado.

Y es justo decir que los miembros de la tripulación de la Guardia Costera han visto mucho. Su estación se inauguró en junio de 1932 como la primera base en utilizar aviones avanzados para realizar rescates en el océano. Más de tres décadas después, la instalación se trasladó a la ciudad de Opa-locka, donde permanece hasta hoy. Sin embargo, explorar islas desiertas no forma parte de la agenda de la Guardia Costera.